miércoles, 27 de agosto de 2008

Oración de un Sacerdote chileno


El siguiente escrito fue repartido (de manera impresa y en formato de hoja carta), anónimamente, en una marcha realizada el 22 de abril de este año, contra el fallo constitucional sobre la prohibición de la difusión gratuita de la "pastilla del día después". Hoy lo recordamos y difundimos -para agitar el pensamiento y la acción-, comprendiendo que la división social para efectos dominantes de una clase sobre otra, además de manifestarse en el ámbito económico y social, también atraviesa los diversos aspectos de la vida, incluso el cultural y/o religioso.
Aclaramos además, que la intención es difundir el escrito y no reivindicar, de forma ciudadanesca, la manifestación desarrollada ese día.


Dios, Padre mío, pocas veces en la historia ha habido tan poca comprensión hacia nuestra labor. Los demás sacerdotes están confundidos, toda la gente esta en nuestra contra, Tu eres, hoy por hoy, el único que podría comprender mi pesadumbre. ¡Ah, qué amargo destino el nuestro, el Tuyo y el mío, sentir esta especie de amor no correspondido por la humanidad! Los hombres no nos desean, en estos tiempos no nos desean ni a Ti ni a mí. Siempre hemos sido minoría y ahora más que nunca. ¡Nos crucificarían otra vez, si pudieran! Pero los hombres no saben lo que hacen, y desprecian a los únicos que verdaderamente los aman. Y este mismo amor nos empuja a perdonarlos, por siempre, infinitamente. Cuando amanezco pesimista, Dios, incluso llego a pensar que nunca nos querrán, que nunca nos agradecerán por lo que hemos hecho por ellos. Pero no podemos descansar, hoy más que nunca.

Son tiempos malos para la verdad. Es una suerte que nunca haya sido verdadera ni efectiva la separación de la Iglesia y el estado, porque sin el apoyo de los gobiernos, a nosotros, Tus ministros, Padre, nos habrían desterrado hace ya mucho tiempo de este pueblo y quizá de todos los pueblos. Si no fuera por el poder terrenal que nos avala (¡aunque a veces tenga que hacerlo en secreto, veladamente, a esto hemos llegado!), nuestras medidas no tendrían aceptación de ningún tipo.

Acaba de suceder en Chile un evento importante, Padre, Tú lo sabes bien (lo sabes todo). Hemos logrado, contra todo tipo de opinión popular, prohibir el uso de fármacos anticonceptivos. Atentan contra la vida, y eso los hace pecado. Hemos prohibido su uso porque no podemos permitir que nuestro pueblo, tus Hijos, Padre, que por muy descarriados que estén, siguen siendo Tus hijos y los amas, no podemos permitir que ellos pequen. Necesitan nuestra atención, de nuestro cuidado verdadero. Pero ellos lo consideran un atentado a la libertad. ¿Y son, en verdad, como niños, ingenuos y atarantados, incluso violentos y desafiantes por pura ignorancia y carencia de fe! Te confieso que a veces me cuesta comprenderlos y no logro hacerlo inmediatamente, aunque siempre persevero en la búsqueda de la paz que solo Tú puedes entregar.

Es una lastima pero no es de otro modo. Cuando los hombres, estos hombres que hoy llegan al extremo de exigir su propia excomunión (¡Como si Tú, como si la Verdad dependiera de ellos!), vean Tu rostro en el cielo, Tu rostro infinitamente misericordioso pero severo, como un buen padre debe serlo, se arrepentirán. Verán allá que sus vidas no tuvieron la conducción que debieron tener. Y les dolerá. Es duro, Padre, decir esto, pero me engañaría escondiéndolo, porque sé que lo ves todo. En esta tierra, en esta vida pasajera, nosotros, los fieles, parecemos decir disparates, parecemos estar fuera de lugar y no se nos comprende y somos incluso objeto de burla. Sólo somos respetados como especies de reliquias. Pero Tu mundo, allá, en lo alto, en el mundo verdadero de luz en que no hay sombra posible, verán que éramos nosotros los que decíamos la verdad. Les dolerá haber sido tan injustos, tan egoístas. Nosotros, en la tierra, sufrimos por ellos, y ellos no tienen control. En el cielo, Padre, podremos los sacerdotes por fin sonreír, aunque no sin la melancolía de saber que hicimos todo lo que pudimos y que fue poco. Esta nueva medida constitucional, es un pequeño triunfo para nosotros, y ellos lo consideran un insulto. Pero los hombres no saben, nunca han sabido lo que hacen,. Cuando vean Tu rostro, Padre (¡ah, me imagino la escena!), cuando se den cuenta de que estaban equivocados, entonces su dolor nos dará la razón.

brigadanabat@yahoo.com.ar

domingo, 11 de mayo de 2008

Nuestras ideas están en la cabeza de todo el Mundo


Cuando los explotados nos rebelamos y declaramos la guerra al capital, la conciencia para ello no ha sido importada desde afuera ni por la burguesía ni por ningún grupo revolucionario. Así, en un sentido geográfico, cualquier "revolucionario" con resabios de nacionalismo nos dice que las ideas revolucionarias que se desarrollan en la actualidad provienen de Europa, queriéndonos hacer creer, y no inocentemente, la farsa nacionalista.

Ciertos desarrollos de la lucha han aparecido con anterioridad en Europa porque el capitalismo se desarrolló antes allí que por estas tierras, pero rebelarse contra las clases dominantes existe desde que existe la clase dominante, aunque las ideologías vanguardistas o dirigistas (como la leninista) sigan en su lucha por unir al proletariado y su conciencia, como si la conciencia de la propia clase viniera desde afuera de la misma... ¿Cómo es eso? Un absurdo, claro está. Pero esta idea no es sólo propiedad de ideologías contra-revolucionarias, diferentes grupos o corrientes cometen el mismo error. No es suficiente con declararse de tal o cual tendencia para contener tal o cual forma o finalidad, ni para librarse de ella.
El anarquismo, por ejemplo, es consecuencia de las luchas llevadas adelante por los mismos explotados y oprimidos, cuando sintieron la necesidad de organizarse para acabar con lo que los convertía en esclavos, y no la obra de alguna mente brillante separada del conflicto que debía lograr hacer encontrar a los oprimidos con su conciencia.
Un texto anarquista no es útil porque aporta la conciencia, sino que es útil para agitar, para precisar algunas cosas y/o para hacer reflexionar más profundamente, compartiendo reflexiones que no provienen de un cerebro que habita en el vacío sino de personas que se relacionan entre sí, con su entorno y contra sus enemigos. Es en definitiva un "tomar y devolver" pero no un "inventar". Nosotros no pretendemos dividir a la sociedad en clases como acusan los dedos señaladores del conformismo. La sociedad ya está dividida y queremos que eso quede en evidencia. Ninguno de nosotros “se hace de enemigos” porque se le da la gana, éstos se definen como tales en el desarrollo del deseo de ejercer nuestra vida. Nadie inventó la idea de rechazo al hambre y la explotación, esta surge espontáneamente de cualquier ser humano que tenga sangre en sus venas.
Por esto es que la emancipación de la clase es espontánea, lo que no significa que sea inmediata. En el imaginario ingenuo revolucionario se quiere usar como sinónimos espontáneo e inmediato, cuando en realidad espontáneo hace referencia a que esto se lleva adelante sin agentes externos que lo provoquen, de manera voluntaria, y no por la rapidez inmediata (o no) con la que se realiza el acto revolucionario.
Por otro lado los educacionistas de toda talla pretenden que alguna vez absolutamente toda la clase explotada tome partido concientemente de la necesidad de transformación y avance con todo en claro y sin errores. Olvidan que esa toma de conciencia se va desarrollando en los mismos procesos revolucionarios, en su experimentación, con sus fallas y aciertos, recuperando el proyecto comunista y anárquico, que nos han querido robar durante toda nuestra historia de oprimidos. Y aprendiendo de los errores históricos, porque lamentablemente si algo tenemos y es de donde podemos aprender es de los fracasos, para poder superar las prácticas que han llevado a ellos.
En consecuencia si queremos emanciparnos colectivamente a nosotros mismos, debemos combatir a todos los sectores que tiendan a querer representarnos y dirigirnos… partidos políticos, sindicatos de cualquier tipo e ideologías separadas que tienden a separarnos de nuestras decisiones son solo un obstáculo para "La emancipación de la clase trabajadora sólo puede ser obra de los trabajadores mismos", junto con todas las subjetividades que nos han sido impuestas como el conformismo, la alienación y el reformismo.

Adaptación del texto para la publicacion Organizate y Lucha nº 11, de la publicacion
Disarmo nº 14,Rosario, 2008.

lunes, 5 de mayo de 2008

¿Vivir para Trabajar?



La realidad supera toda jodida estadistica sociologica sobre la explotación laboral, todo discurso politico con tintes progresistas por "otro mundo posible", todo analisis que se limite a una cuestión abstracta o racionalizada en función de las decisiones aplicadas por quines gobiernan nuestras vidas.

De qué mierda sirve que baje la tasa de desocupación gracias a los "nuevos empleos temporales", si el trabajo con sueldo mínimo es tan miserable como estar sentado toda una tarde en la cancha del barrio, pensando en cómo obtener dinero. En que mierda nos ayuda la tasa de crecimiento y desarrollo del país, si no puedo desarrollarme como individuo mientras estoy más de 8 horas vendiendo mi tiempo y mis capacidades a un capitalista que no sabe ni cual es mi nombre y que sólo le sirvo en tanto que fuerza de trabajo.

El jodido trabajo asalariado no representa más que una imposición a traves de la cual es posible alejarme de mis propias facultades humanas, para entregarselas a una maquina, un rol laboral dentro de un aburrido y sacrificado empleo con el cual puedo ganar algo de dinero. Seamos claros, "No trabajamos porque nos gusta. Trabajamos porque no tenemos otra forma de conseguir dinero".

He aquí mi desprecio al trabajo, al reloj que me disiplina y a la sociedad de la mercancía, disiplinada en su conjunto.

POR UNA VIDA SIN RELOJES, NI TIEMPO MUERTO.
POR LA ABOLICION DEL TRABAJO Y LA MERCANCÍA.
POR EL COMUNISMO Y LA ANARQUÍA.

Brigada Nabat.