miércoles, 20 de junio de 2007

Anarquía, no anarquismo.


Decir que los anarquistas están de acuerdo con el anarquismo, es como decir que los pianistas están de acuerdo con el pianisismo. No existe un anarquismo, pero si una anarquía, o mas bien, existen anarquías. Desde que el poder ha estado presente, el espíritu de la anarquía ha coexistido del mismo modo, nombrada o anónima, uniendo a millones o forjándolos como uno solo.

Los esclavos y salvajes que lucharon contra los Romanos por su liberación y que vivieron en libertad, igualdad y fraternidad o los renegados que pintaban sus rostros y lanzaban té hacia el puerto de Boston (Boston Harbor) y a todos aquellos que trataron de solucionar los inconvenientes con sus propias manos; todos ellos eran anarquistas o si es que se hacían llamar: abolicionistas, sindicalistas, madres de los desaparecidos, libertarios o incluso republicanos, la cuestión es que todos somos anarquistas, hasta el punto en que todos imaginamos lo mismo. Hoy en día hay tantos anarquistas como estudiantes que no asisten a clases, padres que evaden impuestos, mujeres aprendiendo a reparar bicicletas por ellas mismas, amantes deseándose mas allá de los limites. Ellos no necesitan votar por un partido anarquista o seguir la línea de un partido. El ser anarquistas: anarquía es el “modo” de ser, una manera de responder a las condiciones y en relación a otros, una “clase de conducta humana… y no de la clase obrera!

Olviden la historia del anarquismo como una idea (olviden a los personajes barbudos) es el propósito de desarrollar un lenguaje para describir un asunto, es un propósito cabalmente para vivirlo. Esto no es acerca de teorías o formulas, héroes o biografías, es acerca de tu vida. La anarquía es lo que importa, donde sea que florezca y no precisamente en el sillón del anarquismo, el estudio especialista de la libertad! Hay auto proclamados anarquistas que jamás han experimentado un día de anarquía en sus vidas, deberíamos saber cuanto confiarles acerca de este tema.

Entonces, ¿de que forma funcionara la utopía anarquista? Esa es una pregunta a la que nunca mas entraremos en discusión, una divagación si es que alguna vez hubo una! Esta no es una visión utópica, o un programa o ideal para servir; es simplemente una forma de proceder, de acercamiento a las relaciones, de lidiar con los problemas, seguramente nunca seremos capaces de enfrentarnos a todos los problemas! Que seamos anarquistas no quiere decir que creamos en la anarquía, pero hay que reconocer que las cosas dependen de nosotros para que funcionen y que nada ni nadie mas puede hacer, admitiendo que, guste o no, nuestras vidas dependen de todos y cada uno de nosotros.

Glosario:
-Sillón del anarquismo: quiere decir que la anarquía no es estar sentado en un sillón de gerente estableciendo como debe funcionar la ideología.
-Los renegados: cuando la corona inglesa permanecía en estados unidos cobraban un alto porcentaje en impuestos al té y en forma de protesta las personas lanzaban el té al mar.
-Los tipos barbudos: se refiere a que debemos olvidar todo lo dicho y escrito por tipos como Bakunin, Proudhon, etc. (tipos barbudos).

Nota: extraído de la revista estadounidense “Fighting for our lives”.
Traduccido por Panda, "compañero afiliado" a la sección comunicacional de Nabat.

sábado, 9 de junio de 2007

Dentro de toda normalidad impuesta, conspira algún corazón subversivo.


Los espacios de discusión y crítica dispuestos a incentivar la abolición de la sociedad dominada bajo las diversas instituciones y relaciones de poder*, necesitan a cada momento la continuidad de su ejercicio. Aquella discusión ejercida en contextos muy diversos de la historia, aunque invariable en su objetivo, no puede ser menos que la propaganda difundida por colectivos u organizaciones que prefieren hacer fama de sus actos antes de responder a las de actitudes que justifican el poder e inhiben el objetivo de todo movimiento que anula y suprime el estado de cosas existentes.

Sin entorpecer la tranquilidad de lo cotidiano, conviven en ella espacios de discusión y reflexión teórica viciados por el intelectualismo filosófico occidental. En el mundo académico por ejemplo, abundan los análisis sobre la historia social y el conflicto incuestionable entre opresores y oprimidos. Pero tales análisis quedan limitados al debate netamente académico, que aún poniendo en duda el racionalismo del Estado y sus instituciones, no se compromete a una mayor trascendencia más que la difusión de sus planteamientos en un círculo de estudiosos o lo que es peor, en un reducido espacio físico doctrinado por el sello educativo del aula universitaria.

Lamentablemente, esos obstáculos intelectuales acaban por esquivar o dejar a un lado la propuesta decidida a transformar la sociedad. Por ello, la apertura de este espacio debe entenderse como una crítica y autocrítica antagónica al capitalismo en conjunto a sus formas de dominación para acercarnos, desde la situación más simple, a la acción emancipadora de nuestras vidas. Quizás mañana nos encontremos en la calle, tras las llamaradas del fuego que nos indica una señal, o pedaleando bajo la oscuridad de la política nocturna**.

*.- llámese, escuela, universidad, trabajo, relaciones afectivas o despectivas. Llámese propiedad privada y la individualidad material que establece la mercancía.

**.- Una política nocturna es una política que no puede ser pensada ya como una correlación de fuerzas (entre sujetos) sino como una guerra entre mundos en la que el cuerpo está involucrado. Lo social, liberado de la forma sujeto, se hace espacio, o más concretamente, espacio del anonimato: no hay entonces constitución de un sujeto ni, mucho menos, reconstitución de la clase obrera. De lo que se está hablando entonces es de la UNILATERALIZACIÓN de la ambivalencia que nos atraviesa. Unilateralizar: es lo que hacen todas aquellas prácticas que abren un a/parte, que haciendo del espacio su palanca, abren mundos capaces de declarar la guerra a la triste pero triunfante soledad del mundo en que estamos. 2002, Mar Traful.